sábado, 31 de enero de 2009

Literatura a medias

Parece ser como un impulso que me lleva a dejar toda lectura a medias, siempre en la página inapropiada, siempre el relato sin terminar.

Cuando comienzan las vacaciones, los diarios y revistan llenan sus paginas con las propuestas de libros para pasar unas vacaciones inagotablemente aburridas acompañados de un texto que solo sive para interrumpir el vaso de cerveza eterno que acompaña al sol inacabable.

Como es mi costumbre jamás hago caso de las ofertas de lectores empedernidos. Debe ser porque soy un lector a medias y porque mis bolsillo y mi intención jamás alcanza a costear dichas propuestas. –Lea esto, se lo recomiendo- es la consigna veraniega de los apartados de cultura en los periódicos de nuestra ciudad. Pura basura para gente anormal como ellos, esa es mi consigna.

Tampoco puedo negar que su trabajo es objeto de mi envidia, pero no objeto de mi culpa ya que soy incapaz de promocionarme como escritor medianamente amateur.

Yo solo leo y lo hago hasta la mitad, cuando mucho. Dedico mi tiempo más bien a inventar en mi cabeza como terminará aquel texto que olvide en un wáter ajeno. Me dedico a quemar pasto y pensar que será de aquellos escritores y lectores que llegan al final de la obra. Yo los miro desde la mitad de la carrera, desde el asiento de espectador que ve correr a sus estrellas y que se jacta de ser espectador y no participe.

Sin tratar de marcar pautas este verano, debo llevar una cantidad considerable de libros sin terminar entre los cuales se encuentran:

Aprendiz de hombre. González Vera: excelente texto encontrado en la feria del libro usado 2008. No se porque no lo termine siendo que es uno de los autores a los que estimo. Pura flojera.

Feminismo para principiantes. Nuria Varela: este me lo encontré en la librería chilena y estaba barato, por ende me lo compre. De la autora recuerdo una página web en que la vi y la encontré exquisita, solo por eso la leo.

La viajera ilustrada. Tomas Lago: Una semblanza de María Graham muy interesante pero que fue interrumpida por la presencia de otro libro que comencé a leer.

Carne de perro. Gonzalo Millán: solo un par de paginas logre sobrellevar de este texto que me encontré en uno de los llamados outtlet de libros y películas. Estoy convencido que algún día lo terminare.

Todas íbamos a ser reinas. María Elena Valenzuela: Este libro que estudia el caso femenino en la dictadura militar chilena lo encontré en los cachureos de la feria libre donde trabajo. Muy interesante para quien pretenda entender el caso ovulatorio-dictatorial.


Victor Jara. Joan Jara: este libro es de mis librerías de libros usados y la verdad es que me aburrió y no quise seguir, si alguien me lo cuenta se lo agradecería.

Historia de Chile. Walterio Millar. Lo compre por los dibujos y al llegar a la cara de Ibáñez me produjo lejanía, pero al ver el dibujo de la junta militar definitivamente lo cerré y lo guarde en mi biblioteca.

Semiótica para principiantes. Cobley & jansz. Muy interesante y pedagógico, una introducción al estudio de la semiótica que algún día comenzare para terminar.

Las películas de mi vida. Alberto Fuguet: este autor para mi es un asco, pero encontrarlo en la feria y a bajo costo me aventuró a leerlo, pero el relato era malo y las películas reseñadas peores. No lo recomiendo bajo ningún punto de vista.

Filosofía en el tocador. Marques de sade: excelente pero no sé porque no lo termine.

Ni victimas ni victimarios. Albert Camus. Filosofía de pos-guerra que lleva a ser un poco más anarquista de lo que ya era. Me lo robe de la casa de una amiga y juro que algún día lo terminare y lo devolveré a su dueña. Es una promesa.

Pero también he terminado algunos libros, eso si este verano no. Algún día los termine y les tengo cariño porque fueron una buena compañía mientras duraron. Estos los recomiendo pero no para el verano sino para cuando cada uno lo quiera o necesite.

El túnel. Ernesto Sábato: de los ciegos argentinos este texto me atrapo de muy pequeño y creo ya haberlo leído un par de veces.

El Hablador. Mario Vargas llosa: lo ley una sola ves, me costo terminar una novela puesto que nunca las leo, y la verdad lo hice por obligación pero sin duda que me entretuve.

Síndrome de culpa. Alfred Hitchcock: una recopilación de cuentos de suspenso excelente para leer en la fila del banco, en el baño o cuando no quieres escuchar a tu interlocutor.

Ética para amador. Fernando Sabater: a este tipo lo vi en una charla en la uc. No lo conocía pero me cayó bien, encontré su libro pirateado y me lo compre. Ahora lo utilizo para dar mis clases de filosofía y no me a servido de mucho pero por lo menos relleno las sombrías pocas horas de filosofía de mis alumnos.

Así va la cosa. Leo a medias y pocas veces termino lo que inicio. Prefiero imaginar, quedarme en el espasmo de una imagen mental, en una historia desconocida para todos. Inventarme todo, esa es mi tarea y los invito a compartirla. Quien se anime aquí esta mi blog para que conversemos…

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