lunes, 31 de diciembre de 2012

Un cuento de fin de año.


Había desaparecido hace un par de meses y a esas alturas la preocupación se había transformado en molestia y enojo. Cada noticia que de ella tenían hacia eco de los vicios y la vida licenciosa por la que había optado. Su familia ya no la extrañaba y sus mascotas ya no lloraban, cuando la veían acercarse los perros le ladraban como a un extraño mas.
Cuando llegaron las fiestas de fin de año, ella decidió pasar la navidad con su familia, pero todo había cambiado. Su pareja ya no lo era y sus hijos si la saludaron fue por cortesía y por el cariño que aun guardaban por la madre que a ellos había criado, no por la mujer que veían cruzar la puerta aquella tarde.
La mesa de navidad estuvo vacía esa noche de recogimiento cristiano y la fiesta del consumo no alcanzo esa noche para aquella familia. Cuando despertaron, ella ya no estaba y las comidas que había preparado esperaban frías en las ollas que descansaban sobre la cocina. Nadie supo como quedó esa comida, el calor de la noche hizo del alimento una masa pestilente llena de moscas.
Al no encontrarla en el hogar nadie sospecho nada ni se preguntaron donde podía encontrarse. La vida continuo para todos tal y como venia sucediendo desde hace un tiempo.
Para las fiestas de año nuevo la ceremonia de los abrazos termino un abrazo antes, las penas se transformaron en delirio gracias a las ofrendas alcohólicas de los amigos y comensales que acompañaron esa noche.
Cuando todo pasó y la fiesta se convirtió en resaca y deshidratación, a los días siguientes, la vida continuo su curso natural. El trabajo y las preocupaciones no cambiaron y las alegrías se agotaban rápido y sin pausa.
El tres de enero del bienvenido año la crónica roja daba cuenta de un asesinato y violación ocurrido en una plaza de barrio. La victima no portaba documentación que acreditara su identidad y su rostro había desaparecido luego de la incansable agresividad de sus violadores. Las señas daban cuenta de una mujer de edad media, que vivía en la calle y de la cual pocos sabían su procedencia.
Nunca mas la vieron, nadie supo nunca más de su destino. Tampoco se preguntaron por su paradero ni por su futuro. Todo continuo igual y en su recuerdo solo quedaba aquella mujer que desconocieron el día en que ella los abandono.

No hay comentarios: