Había desaparecido hace un par de meses y a esas alturas la preocupación
se había transformado en molestia y enojo. Cada noticia que de ella tenían
hacia eco de los vicios y la vida licenciosa por la que había optado. Su
familia ya no la extrañaba y sus mascotas ya no lloraban, cuando la veían
acercarse los perros le ladraban como a un extraño mas.
Cuando llegaron las fiestas de fin de año, ella decidió
pasar la navidad con su familia, pero todo había cambiado. Su pareja ya no lo
era y sus hijos si la saludaron fue por cortesía y por el cariño que aun
guardaban por la madre que a ellos había criado, no por la mujer que veían
cruzar la puerta aquella tarde.
La mesa de navidad estuvo vacía esa noche de recogimiento
cristiano y la fiesta del consumo no alcanzo esa noche para aquella familia. Cuando
despertaron, ella ya no estaba y las comidas que había preparado esperaban frías
en las ollas que descansaban sobre la cocina. Nadie supo como quedó esa comida,
el calor de la noche hizo del alimento una masa pestilente llena de moscas.
Al no encontrarla en el hogar nadie sospecho nada ni se
preguntaron donde podía encontrarse. La vida continuo para todos tal y como
venia sucediendo desde hace un tiempo.
Para las fiestas de año nuevo la ceremonia de los abrazos
termino un abrazo antes, las penas se transformaron en delirio gracias a las
ofrendas alcohólicas de los amigos y comensales que acompañaron esa noche.
Cuando todo pasó y la fiesta se convirtió en resaca y deshidratación,
a los días siguientes, la vida continuo su curso natural. El trabajo y las
preocupaciones no cambiaron y las alegrías se agotaban rápido y sin pausa.
El tres de enero del bienvenido año la crónica roja daba
cuenta de un asesinato y violación ocurrido en una plaza de barrio. La victima
no portaba documentación que acreditara su identidad y su rostro había
desaparecido luego de la incansable agresividad de sus violadores. Las señas
daban cuenta de una mujer de edad media, que vivía en la calle y de la cual
pocos sabían su procedencia.
Nunca mas la vieron, nadie supo nunca más de su destino. Tampoco
se preguntaron por su paradero ni por su futuro. Todo continuo igual y en su
recuerdo solo quedaba aquella mujer que desconocieron el día en que ella los
abandono.
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