Un cuento de fin de año.
Había desaparecido hace un par de meses y a esas alturas la preocupación se había transformado en molestia y enojo. Cada noticia que de ella tenían hacia eco de los vicios y la vida licenciosa por la que había optado. Su familia ya no la extrañaba y sus mascotas ya no lloraban, cuando la veían acercarse los perros le ladraban como a un extraño mas. Cuando llegaron las fiestas de fin de año, ella decidió pasar la navidad con su familia, pero todo había cambiado. Su pareja ya no lo era y sus hijos si la saludaron fue por cortesía y por el cariño que aun guardaban por la madre que a ellos había criado, no por la mujer que veían cruzar la puerta aquella tarde. La mesa de navidad estuvo vacía esa noche de recogimiento cristiano y la fiesta del consumo no alcanzo esa noche para aquella familia. Cuando despertaron, ella ya no estaba y las comidas que había preparado esperaban frías en las ollas que descansaban sobre la cocina. Nadie supo como quedó esa comida, el calor de la noche hizo ...