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La guerra parece hoy una cuestión injustificable en términos verbales pero que sucede frente a nuestras narices constantemente. Cuestión aparte es el interés y el tono que los medios de comunicación den a cada forma de conflicto sucediendo alrededor del planeta. A veces unos parecen ser más importantes = mediáticos. Pero pasa que comencé hablando de este tema producto del olvido que me sucedía en torno a un tema mayor o quizás mas de mi interés y que sucedió caminando por el parque forestal un dia de semana, a media tarde. El tiempo y las diversas consideraciones relacionadas con lo emocional Por ejemplo el pasado como melancolía o nostalgia, el presente mostrándose como un acto teatral y el futuro como proyectos o sueños. Esas cosas pasaban por mi cabeza mientras admiraba el escenario que tenía frente a mi. Árboles enormes y un verde constante rodeado de altos edificios y avenidas importantes, las personas y sus interacciones pasaron a segundo plano y mi atención estaba puesta en lo que mis ojos tenían en frente y ojala a la distancia. Los árboles de robustas raíces que se levantan para ceder comodidad a la humanidad y la joven sentada en ellas mirando al horizonte con las piernas girando como pintura de Van Gogh. Esas imágenes eran el presente de ese momento, ahora son recuerdos, pasado. Lo más probable es que olvide todo esto hoy al dormir. Pensaba: este es el presente, todos los recuerdos que tengo de este lugar son el pasado y el futuro es absolutamente desconocido. No puedo saber si volveré a ese lugar, a ese presente jamás. Es constante el tema de los tiempos verbales en nuestro acontecer ¿Cuál es ese tiempo que habitamos? El presente no es de plena conciencia si es solo fluir y nunca detenerse, el presente como algo que comienza y termina en sí mismo. El presente es lo que se presenta ante uno o todo fenómeno que se percibe por nuestros sentidos (capaces de llevarnos a sutiles y profundos engaños) en un tiempo y espacio determinado. Un ser y un haber, el en tanto el en cuanto. El presente no se puede capturar sin que deje de ser presente y pase automáticamente a la categoría de pasado o recuerdo. Toda captura del mundo en cualquier momento y lugar es presente que contiene la característica de ser imposible su acumulación en tanto el presente deja de serlo automáticamente. Cada letra que se digita en esta pantalla es un presente que deja de serlo automáticamente y aparece un presente nuevo como el agua que bañaba a Heráclito.
Y entonces hablo desde el recuerdo, desde el pasado, como mirar hacia las estrellas viendo algo que pasó hace momentos. Parece que la consideración que tenemos del tiempo se distanciara de cómo acontece, el mismo, desobediente a cualquier concesión humana. El presente como eso que tenemos como propio y en cuanto lo consideramos deja de serlo. También provoca a la curiosidad estimar qué tan importante puede ser esa necesidad de poseer momentos. De detener el presente para someterlo al escrutinio de la atemporalidad. Yo estoy ahí, caminando por los senderos del parque forestal y mirando a mi alrededor. Pasan cosas, el veterano al lado mío mueve un péndulo con vergüenza, un grupo en el pasto comparte cosas que desconozco, alegría comparten, eso se ve. Mi presencia ahí es solo circunstancial y pensaba que nos abrigamos los pies con capas que protegen del clima y es todo una historia que nos inventamos para sentirnos seguros. Porque la precariedad que cae en la posibilidad de estar vivo en términos biológicos o matemáticos es parte del misterio de lo humano.
Y entonces el presente, la guerra que no es pero si es y el sueldo más alto de Latinoamérica y el cupo de la tarjeta y la juventud que tarda mas y mas en entrar al mundo laboral. El presente es un regalo se comentaba en algunos lados, tómalo.
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